sábado

El querer. El quererla.

De cuando nos queríamos.
Nos requeríamos.
Nos deseábamos y deseábamos estar.
Nos regalábamos cosas, hechos, acciones, cariño.
No digo amor, nadie dijo eso, eso nunca!
Nunca dije amor, ni amar.
Marchástete al norte, a buscar el algo que te faltaba-no tenías.
Nos dejamos a lo bonito y nos olvidamos a lo rápido.
Jamás se supo de vuelta ni volvió a ser lo que fue-era.

Nos mojamos por el norte, las torres. Abrazabas mi bufanda mientras.
Nos besamos cienes de veces como cualquier cosa "no tienes ningún sitio para estar?".
Hubiera estado encantado de meterte ahí, en ningún sitio para estar, y estar.
Te echo de menos, señorita.

1 comentario:

Demasiado frío para tan ausente compañía

Demasiados sueños quedaron bajo estas sábanas de esparto, que rozan, pican, queman, enrojecen y recuerdan todo lo que hice, todo lo que he dejado de hacer y todo lo que he soñado.